REFUGIO. 

QUERIDOS ILUMINA

Comenzamos un nuevo ciclo juntos, y este bimestre abrimos la primera gran puerta del camino: el Refugio.
Esta enseñanza es el corazón del Dharma, y también el primer paso verdadero hacia el despertar.

Tomar refugio no es una idea ni una ceremonia externa. Es un acto de sinceridad: reconocer con humildad que hemos buscado seguridad en lo que siempre cambia —el éxito, las relaciones, el control—, y decidir conscientemente volver al único lugar que nunca se pierde: la mente despierta, abierta y luminosa.

A través de estas semanas iremos explorando qué significa realmente “regresar a casa”. Practicaremos con suavidad, con disciplina amable, con el compromiso de 20 minutos cada mañana, y al caer la noche, nos acompañará la meditación de los Cuatro Pensamientos que Transforman la Mente, esas contemplaciones que nos enseñan a mirar la vida con ojos nuevos y a valorar cada instante como una oportunidad de despertar.

No se trata de perfección, sino de presencia. De elegir, una y otra vez, confiar en la dirección del corazón en lugar del ruido del miedo.
Cada oración, cada respiración, cada saludo a Buda es un recordatorio de que ya estás en el camino.

“Refugio no es ir a ningún lugar,
es recordar el hogar luminoso que siempre ha estado en ti.”

La idea es que al final de este módulo no solo comprenderás intelectualmente qué es el refugio, sino que lo habrás sentido en tu práctica, en tu cuerpo y en tu vida.

Gracias por caminar este sendero con mente abierta y corazón dispuesto.

Que este ciclo nos devuelva a lo esencial, y que juntos aprendamos a vivir cada día desde ese lugar que no cambia: la claridad natural de ser.

Con amor y alegría por lo que comienza,

REGINA